lunes, 2 de mayo de 2011

¿QUIERES DAR BUEN EJEMPLO A TUS HIJOS?

Espero que no seas de los que piensas que el día de la madre es sólo un día al año como tampoco lo es el día del padre.
Queréis lo mejor para el otro por eso queréis lo mejor para vuestros hijos. Os ofrezco esta vez un artículo de Jesús Jarque sobre el buen trato entre los padres para dar buen ejemplo a vuestros hijos y acrecentar vuestra unión, vuestro amor.

APRENDEN POR IMITACIÓN…

Los niños aprenden fundamentalmente por imitación. En gran medida tratan a los demás de la misma manera que son tratados y sobretodo reproducen cómo las figuras más relevantes, sus propios padres, se relacionan entre ellos. La interacción que se establecen entre los miembros de la pareja, son una referencia básica para los hijos y probablemente lo sean en su futuro con sus propias parejas.
LOS PEQUEÑOS DETALLES…

Pero al margen del ejemplo que se transmite, considero que la relación de pareja es fundamentalmente afectiva y las muestras de afecto se deciden en los pequeños detalles.
Nunca me ha gustado el refrán español “donde hay confianza da asco”, y siempre he procurado practicar justo lo contrario: “donde hay confianza hay más delicadeza“. Con el paso de los años en la vida de la pareja la rutina puede erosionar la relación, pero los mimos y las muestras de cariño tendrían que ser cotidianos para sostener la relación.
ALGUNOS EJEMPLOS OS SUGIERO…


1º. Trata y habla con delicadeza a tu pareja en todo momento: habla en tono adecuado, no descalifiques, ni grites, al contrario elogia y reconozce todo lo bueno, aunque sea cotidiano: lo bien preparada que esté la comida, la ropa, o la limpieza que se haya hecho de la casa, o lo actractivo o actractiva que se ha puesto con esta o aquella prenda.
2º. Si algo no te gusta o no te ha sentado bien, dilo sin rodeos para mejorar, pero no utilices la crítica ácida, la descalificación o el insulto fácil: sólo harán daño y no mejorará las cosas.
3º. Ten gestos de cariño: todas las parejas los necesitan, nunca se dan por supuestos… ni están de más: un beso, una caricia, una mirada…
4º. Se detallista. En los pequeños detalles se deciden las relaciones: ofrecer un café, una manta para el sofá, tomar la iniciativa para realizar alguna tarea de casa, proponer alguna actividad novedosa…
5º. Exije a los hijos que traten a mamá y a papá con delicadeza. Si somos delicados tratando a nuestra pareja, estaremos en disposición de exigir a los hijos ese mismo trato. Tendremos fuerza moral para decir a nuestro hijo o hija: “a papá no se le grita” o “a mamá no le hables así”, porque previamente habrán visto que nosotros no lo hacemos.

Espero que estas orientaciones simplemente nos sirvan a todos para “refrescar la memoria” y así mejorar nuestra vida familiar, ya sabes: mima a tu pareja.