martes, 7 de diciembre de 2010

¡JUGAMOS EN FAMILIA!

"Se acercan las Navidades y más que pensar en qué podré regalar a mis hijos dentro de mis posibilidades me estoy planteando qué tiempos de juego podría compartir con ellos."
Así me decía una madre de familia.  Los momentos de juego compartidos con los hijos unen, comunican, fomentan la cooperación, educan... y todo ello disfrutando, riendo y sin necesidad de grandes o novedosos juguetes o entretenimientos. No basta con decir que regalamos juguetes educativos y retirarnos por sistema "a descansar de niños" mientras ellos se divierten a solas, muchas veces sin nosotros percatarnos, con la caja del juego más que con éste.
Cualquier juego es educativo si permite a nuestros niños crecer en libertad, aprender a conocerse a sí mismos, a respetar al otro, a seguir unas normas, a expresarse y decir lo que piensan y sienten. De algún modo como dicen la pedagoga María Campo y la psicóloga Teresa Barrea , del centro de atención a la familia Vaivén, "el juego es un pequeño adelanto adaptado a los niños de lo que será su vida, con el aliciente de que es una actividad ante la que se sienten muy motivados. Por lo tanto, a la vez que educamos, podemos disfrutar del tiempo en familia y compartir con ellos aquellos valores que conforman nuestra vida."
A continuación os ofrecemos algunos juegos que favorecen la comunicación, educan para saber ganar y asumir la derrota con deportividad, la importancia de la unión para conseguir fines comunes, cómo reirnos juntos y conocernos más a fondo. 

SABER GANAR-SABER PERDER

La Oca o el Parchís son juegos en los que todos hemos disfrutado y sufrido el placer de la victoria y la amargura de la derrota respectivamente. En la vida hay que aprender a ganar con honradez y saber perder sin enfados. Como en la mayoría de los juegos hay que practicar estos hábitos no los desaprovechemos. Los niños se fijarán mucho en cómo reaccionamos nosotros al ganar o perder, por esto debemos jugar con ellos.

FAMILIA UNIDA JAMÁS SERÁ VENCIDA

 Deberán participar todos los miembros de la familia. Habrá varias etapas. Para pasar de una a otra deberán buscar pistas que guiarán a la siguiente. Las pistas se consiguen realizando pruebas: bailar  o cantar todos algo, responder a una pregunta... El fin de la jinkana puede ser encontrar un tesoro que puede consistir en ir a cenar todos algo o llamar para que nos traigan nuestra pizza favorita...

 FAVORECER LA COMUNICACIÓN
JUEGO DE MI NOMBRE

Colocamos varias hojas por la sala de juego y en cada una, tantas como jugadores, escribimos los nombres en vertical, un nombre en cada hoja. Todos van pasándose las hojas y deberán poner al lado de cada letra una cualidad de la persona que empiece por esa letra. Así si el nombre es MARIA, colocaremos el nombre en vertical a modo de acróstico y junto a la R uno puede poner una cualidad de María que empiece por R: Respetuosa, Risueña...
La actividad finaliza cuando se hayan usado todas las letras. Ponemos en común las apreciaciones que han surgido durante el juego y que están escritas. De este modo, nos atreveremos a expresar cualidades del resto de la familia que de otro modo no diríamos, favorecemos la autoestima y admiración mutua.
                                                                                               
  PARA CONOCERNOS MEJOR

                      MÍMICA EN FAMILIA

Si queremos saber cómo nos vemos unos a otros podemos hacer este juego tan sencillo. En unas tarjetas describimos el comportamiento, situaciones o formas de ser de los demás. El que coje la tarjeta deberá representar, sin hacer sonidos ni hablar con mímica lo que en ella se describe. Los demás han de adivinar de quién de ellos se trata. Las risas están garantizadas.

Y para terminar, no olvidemos que para los más
pequeños el mejor juguete son los propios padres.

 
María Esther Iglesias Durán
Directora Escuela Infantil MARAVILLAS
                      

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